No importa lo grandes que sean la cocina ni el comedor de una casa que cuando surjan reuniones “accidentales” de familia se celebrarán siempre en la habitación más pequeña con todos apiñados. Lo mismo pasa con las parejas. Los temas importantes, los momentos cumbre siempre se darán en el coche, en un atasco y sonidos de claxon alrededor. Hay cantidad de rupturas, reconciliaciones y anuncios de paternidad que se dan en un coche.
EN CARRETERA, ÉCHALE UN PAR |
Y, ¿qué me dices del sexo a bordo? Siempre hay un descampado, mirador o similar que, a ciertas horas de la noche, se convierte en un gran parking de coches con cristales empañados al estilo Titanic. Cuando no hay más remedio es el único sitio privado del que las parejas disponen. Pero, con los años, el coche se convierte en un escenario sexual de lo más morboso para sesiones fugaces de sexo. Algo que a los tíos les pone muchísimo. No hay nada mejor para un tío que su chica le insinúe que se pasen al asiento de atrás.
Y es que la combinación de chicas y coches, a muchos chicos, les nubla el entendimiento. No es de extrañar que los anunciantes de coches nos bombardeen con imágenes de potentes deportivos con una tía recostada en el capó. Estas estrategias hacen que todavía haya algunos que asocien los ceros del precio del coche con la potencia de su miembro viril. Y son éstos los que suelen decir “mujer al volante, peligro constante”. Pero las chicas no deben preocuparse por eso, total, ¿para qué saber cómo cambiar una rueda si hay compañías de seguros?
Independientemente del sexo y la edad, pasamos mucho tiempo sobre cuatro ruedas. Pero el hecho de que sea algo habitual no le quita riesgo. El mejor consejo: Disfrutar al volante con los cinco sentidos.